MENTAL COMO VERDAD

“La verdad es indefinible” (Gottlob Frege)

“La verdad es el todo” (Hegel)

“Se puede reconocer a la verdad por su belleza y simplicidad” (Richard Feynman)

“La verdad no se encuentra en las alturas, sino en el fondo de las cosas” (Paul Twitchell)



¿Qué es la Verdad?

La verdad ha sido uno de los temas fundamentales de reflexión a lo largo de la historia, principalmente por parte de teólogos, filósofos, psicólogos, lingüistas, lógicos y matemáticos. Es un tema asociado a la búsqueda de la esencia y fundamento de todo. Como concepto, la verdad se presenta como algo difuso, huidizo, inaprensible. Es por ello que tiene diversas definiciones e interpretaciones, que no necesariamente se excluyen entre sí. Pero aún no se ha logrado un enfoque integrador o unificador como conocimiento, como valor, como teoría, como práctica, como comunicación y como utilidad.

En el tema de la verdad se plantean diferentes cuestiones, entre ellas las siguientes:
Las Concepciones de la Verdad

La verdad es concebida de muy diversas maneras, entre ellas las siguientes:
La verdad como correspondencia

Según la teoría de la correspondencia, una proposición es verdadera si y solo si corresponde a un hecho del mundo real. La verdad es una correspondencia entre lo que se dice y lo que es. Es la interpretación de la verdad más difundida y aceptada. Está presente en la filosofía presocrática y está explícita en Platón: “Verdadero es el discurso que dice las cosas como son, falso el que las dice como no son”. Aquí Platón afirma implícitamente que la verdades una relación entre el lenguaje (o pensamiento), y que el lenguaje es más amplio (tiene más posibilidades) que la realidad.

Aristóteles, en su Metafísica, afirma: “Negar lo que es o afirmar lo que no es, es falso, en tanto que afirmar lo que es y negar lo que no es, es verdadero”. Aquí el estagirita extiende la afirmación de Platón al plantear cuatro alternativas, en lugar de las dos platónicas:

Valor de verdadPlatónExtensión de Aristóteles
VerdaderoAfirmar lo que esNegar lo que no es
FalsoAfirmar lo que no esNegar lo que es

Russell, en la que época que defendía la teoría del atomismo lógico, sostenía que la verdad es una correspondencia entre una proposición y un hecho (o estado de cosas): una proposición verdadera y el hecho al que hace referencia comparten la misma estructura.

El primer Wittgenstein (el del Tractatus), con su teoría figurativa del significado, establece que existe una correspondencia entre lenguaje y realidad, como la que existe entre un cuadro y la realidad. Para el segundo Wittgenstein (el de Investigaciones Filosóficas), el significado de una expresión lingüística es su uso, por lo que el significado de verdad varía según las circunstancias o el contexto cultural.

Para Davidson, los hechos, en sí mismos, son sentencias verdaderas. Y los hechos no son referenciados por las proposiciones.

Austin sostenía que no hace falta que exista un paralelismo estructural o formal entre una proposición verdadera y el estado de cosas que la hace verdadera. Únicamente es necesario que la semántica del lenguaje en la cual está expresada la proposición correlacione la proposición con el estado de cosas.

La teoría de la correspondencia ha sido objeto de críticas, entre ellas: 1) No se aclara en qué consiste esa relación o correspondencia entre lo que se dice y lo que es; 2) Es una teoría superficial que solo trata de enlazar o conectar el mundo mental (el pensamiento, el lenguaje) y el físico.


La teoría deflacionista de la verdad

La teoría deflacionista de la verdad afirma que decir que una declaración es verdadera es equivalente a afirmar la propia declaración. Por ejemplo, “'La nieve es blanca' es verdad” es equivalente a “La nieve es blanca”. El predicado “es verdad” asignado a una oración no añade nuevo conocimiento, es redundante, insustancial. El predicado “verdad” no expresa una propiedad. La creencia en que la verdad es una propiedad es una ilusión causada por el hecho de que tenemos el predicado “es verdad” en el lenguaje natural.

Esta teoría se llama “deflacionista” porque el concepto de verdad pierde su valor. La teoría deflacionista es defendida por Frege, Wittgenstein, Ramsey, Rorty, Harwich, Quine y Strawson.
La Verdad en Lógica y Matemática

La verdad en lógica

La lógica tradicional se basa en la asignación a toda proposición de un valor de verdad: V (verdadero) o F (falso).

La lógica clásica ha estado restringida por dos leyes relativas a V y F:
  1. La ley del tercero excluido. Toda proposición es V o F. No existe otro valor intermedio.

  2. La ley de no−contradicción. Ninguna proposición puede ser a la vez V y F.
Esta dualidad de valores lógicos ha sido generalizada. La generalización más completa es la que admite infinitos valores intermedios entre 0 (que representa a F) y 1 (que representa a V).

Hay que distinguir entre proposiciones y sentencias (o enunciados): Una proposición no necesita ser conocida ni manifestada en ningún lenguaje determinado para que sea verdad.

Hay oraciones que se discute si tienen valor de verdad. Por ejemplo, “El actual rey de Francia es calvo” es falsa para Russell, y no es ni verdadera ni falsa para Strawson (po lo que no sería una proposición).

Las expresiones sobre el futuro (como “Mañana lloverá”) se discute sobre si tienen valor de verdad o si es desconocido.
La verdad en matemática

En matemática, la verdad está asociada con la demostración. Un enunciado es verdadero si es deducible a partir de un conjunto de axiomas y las reglas de derivación (o inferencia) de un sistema axiomático formal consistente. Un sistema es consistente si no se puede deducir una cosa y la contraria. En las expresiones matemáticas, la “validez” es lo que cuenta, y no la “verdad”.

Para Hilbert, el máximo impulsor del método axiomático formal, verdad y demostrabilidad son la misma cosa. Según este autor, el método axiomático formal es la “piedra filosofal” de la matemática, la fuente de todas las verdades matemáticas. Pero Gödel demostró, con su teorema de incompletud, que en los sistemas axiomáticos formales hay verdades indemostrables.

La matemática trasciende al mundo físico. Esto se puso de manifiesto con la aparición de geometrías alternativas a la euclídea en el siglo XIX, al modificar el axioma de las paralelas (el famoso quinto postulado), tan consistentes como la geometría euclídea. Se suponía que la geometría euclídea era la única “verdadera” −evidente, según Kant−, pues expresaba la realidad del mundo físico. Pero se pueden construir infinitas geometrías alternativas posibles perfectamente consistentes. No hay ninguna geometría más verdadera que otra, ni se puede afirmar la verdad de ninguna de ellas. A nivel matemático todas son válidas. El descubrimiento de las geometrías no euclídeas abrió el campo de la geometría a nuevos horizontes de libertad y creatividad. Y con ellas nació la matemática imaginaria y el relativismo matemático, pues el relativismo geométrico se extendió a otras ramas de la matemática: Esta filosofía corresponde a la de una matemática abierta, dependiente únicamente de los axiomas que se establezcan.

La teoría de modelos va más allá de los sistemas axiomáticos formales específicos. Un modelo es una interpretación de un sistema axiomático formal entre las diversas interpretaciones posibles. En teoría de modelos, la noción de verdad es relativa a la estructura del sistema axiomático formal. Una proposición es verdadera si su estructura satisface dicho sistema a nivel estructural, independientemente de sus interpretaciones.

Esta visión se generaliza a todas las definiciones formales para llegar a una “matemática imaginaria”. Los números imaginarios, los números duales, los números surreales y los hipernúmeros entran en esta categoría.

Estos descubrimientos pusieron de relieve que la matemática trascendía la realidad física. El universo físico es solo un caso particular del universo matemático. Las matemáticas son abiertas, infinitas y pertenecen a un reino superior al físico, un reino abstracto fundamento del mundo mental.
Teorías Formales de la Verdad

La teoría semántica de la verdad de Tarski

La teoría de la verdad de Tarski es la teoría formal de la verdad más aceptada y conocida, aunque no está exenta de críticas. Se considera la teoría sucesora de la correspondentista. La divulgó en su ensayo “La concepción semántica de la verdad y los fundamentos de la semántica” (1930) y “El concepto de verdad en los lenguajes formalizados” (1935).

Su teoría se basa en la idea central de que para definir la verdad es necesario distinguir entre lenguaje objeto y metalenguaje (un lenguaje que habla del lenguaje objeto), o bien un solo lenguaje que distinga entre los aspectos lingüísticos y los metalingüísticos. El metalenguaje debe contener los medios expresivos suficientes para poder referirse al lenguaje objeto, es decir, debe ser al menos tan rico como el lenguaje objeto. Y ambos lenguajes deben estar formalizados. Tarski demostró que el concepto de verdad es indefinible en un lenguaje formalizado: “Un lenguaje lo suficientemente fuerte como para expresar la aritmética y en el que valga la lógica clásica, resulta inconsistente, pues en un lenguaje como ese puede formalizarse el mentiroso” ('esta oración es falsa')”. Es un teorema que incluyó en su artículo de 1935. Tarski fue el primero en demostrar claramente que nunca podría haber una definición formal del predicado “verdad” en un lenguaje, porque su definición conduce a contradicciones.

La teoría de Tarski es una teoría semántica de la verdad. Pone en relación el nivel sintáctico (puramente formal) y el nivel epistemológico (de interpretación). Y es una teoría correspondentista entre lenguaje y realidad, que sigue el criterio de Aristóteles.

Crítica:
Kripke: la verdad como “punto fijo”

El enfoque jerárquico de Tarski fue la respuesta dominante al problema de las paradojas semánticas. Pero en 1975, Kripke en su famoso e influyente artículo “Outline of a Theory of Truth” [1975] propuso una teoría semántica de la verdad que representó un avance respecto a la teoría de Tarsky.

Para Kripke, la construcción de los predicado de verdad jerarquizados de la teoría de Tarski es un caso particular de un enfoque más general: el “enfoque de punto fijo” (fixed point approach). Los puntos principales de esta teoría son: Kripke demostró, pues, que un lenguaje puede contener consistentemente su propio predicado de verdad, cosa que Tarski consideraba imposible, pues la verdad pertenece al metalenguaje. El método de Kripke permite la definición del predicado “verdad” dentro del propio lenguaje, pero a costa de extender la lógica a tres valores de verdad, donde no se cumplen las leyes del tercero excluido y de la no contradicción.


La teoría del significado de Davidson

Davidson intentó aplicar la definición de verdad de Tarski a los lenguajes naturales para crear una teoría del significado:
La búsqueda de la verdad en Descartes

Descartes desarrolló la hipótesis del dios (o genio) maligno en su obra “Meditaciones Metafísicas” en la que culmina su sistema de búsqueda de la verdad mediante la duda metódica: El objetivo de Descartes era investigar la posibilidad de encontrar algo que sea absolutamente indudable, no sujeto a posibles engaños o imposible de ser engañados.


MENTAL como Verdad

MENTAL proporciona un marco general de la verdad:
La verdad es la esencia de todo lo que existe

¿Qué es la verdad? La verdad es lo absoluto, lo permanente, lo estable, lo necesario, lo que no se puede cuestionar, lo que está siempre presente en todas las cosas y no puede ser evitado, la esencia de todo. La esencia de la realidad es la abstracción en su máxima expresión, lo más profundo, lo que es común a todo, lo más simple: las categorías filosóficas, los arquetipos primarios, las primitivas semánticas universales. La verdadera naturaleza de un modelo de la realidad codificado con MENTAL es precisamente su código, que conecta conceptualmente lo interno y lo externo.

A nivel profundo se contacta con la verdad. En este nivel se integran los conceptos de verdad, máxima abstracción, máxima simplicidad, máxima libertad, máxima conciencia, máximo poder y máxima creatividad.

MENTAL es la verdad sólida e indudable que buscaba Descartes, pues es el fundamento de los mundos posibles. Todo mundo posible está regido por las primitivas de MENTAL.



Adenda

El cubo, símbolo de la verdad

El cubo es el símbolo de la verdad, la estabilidad, la sabiduría, la perfección y la totalidad. Muestra todas sus caras iguales, sin ocultar nada. Es también el símbolo de la unión múltiple y armónica de opuestos. La verdad es eterna y no está sujeta a cambios. El cubo desplegado (abierto) forma una cruz, el símbolo del hombre universal, eterno y prototípico, la conexión humana con la verdad universal.


Bibliografía